lactancia mixta (1)

¿Debería optar por la lactancia mixta?

Sabemos que el mejor alimento para un bebé es y siempre será la leche materna, pero, en algunas ocasiones, lamentablemente la lactancia materna exclusiva no es posible, ya sea por problemas de salud de la mamá, ausencia, o por que ella necesita volver al trabajo.

Algunas mamás tienen pobre o nula producción de leche, o por motivos de salud del bebé se necesita complementar con fórmula. Independientemente del motivo, es una opción valida, las fórmulas han avanzado muchísimo en calidad y son cada vez más las mascas de leche que sacan su propia línea de formulas para bebés. Así de esta forma, en el mercado hay una amplia variedad de leches que puedes evaluar a la hora de ofrecer la que más te parezca adecuada a las necesidades de tu bebe.

De todas maneras, el pediatra es quién te recomendará en que caso tu bebé necesitará formula, y te podrá aconsejar sobre cual elegir.

¿Debería optar por la lactancia mixta? La respuesta es: si la necesidad así lo amerita, sí. Las fórmulas le brindan al bebé todo lo que necesita para crecer fuerte y sano.

¿Cómo empezar a darle leche de formula al bebé?

Si está usando fórmula porque no está produciendo la cantidad de leche que su bebé necesita, amamante primero. Luego, dele la leche extraída que tenga y compense la diferencia con fórmula según sea necesario.

Si está interrumpiendo la lactancia de forma temporal o está dejando de amamantar por completo, comience a reemplazar la lactancia materna con biberones. Mientras hace esto, extraiga su leche con un sacaleches para reducir la congestión incómoda. La congestión es cuando sus pechos se llenan demasiado de leche y otros líquidos y se vuelven dolorosos, hinchados, calientes o duros. Esto puede provocar problemas con los conductos obstruidos (cuando los conductos no drenan bien o no drenan) o una afección mamaria llamada mastitis.

Cuando reduzca el número de sesiones de lactancia, su suministro de leche disminuirá. Su cuerpo se adaptará para producir suficiente leche para adaptarse a su nuevo horario de alimentación.

¿Cómo podría afectar a mi bebé una dieta con fórmula?

Comenzar a alimentar a su bebé con fórmula puede causar algún cambio en la frecuencia, el color y la consistencia de las heces de su bebé. Sin embargo, asegúrese de hablar con su médico si su bebé tiene problemas para hacer caca.

Si su bebé rechaza la fórmula sola, puede intentar mezclar un poco de la leche materna extraída con ella para ayudar al bebé a acostumbrarse al nuevo sabor.

Mi bebé rechaza el biberón ¿Qué hago?

Si es posible, pida a otra persona que le dé el primer biberón. Esto se debe a que los bebés pueden oler a sus madres y están acostumbrados a recibir leche materna de la madre, no un biberón. Así que trate de que alguien más, como su pareja o un familiar, le dé el primer biberón.

También considere estar fuera de la casa o fuera de la vista cuando su bebé tome el primer biberón, ya que su pequeño se preguntará por qué no lo está alimentando como de costumbre. Dependiendo de cómo su bebé tome el biberón, es posible que deba seguir haciéndolo hasta que se acostumbre a la alimentación con biberón.

Si a tu bebé le cuesta adaptarse a esta nueva forma de alimentación, sé paciente y sigue intentándolo. Hable con su médico si tiene preguntas.

¿Mi bebé amamantado necesita suplementos?

La leche materna contiene muchas vitaminas y minerales. Pero es una buena idea darle un suplemento diario de algunos nutrientes que pueden faltar. Todo depende de la edad de tu bebé y de la opinión del pediatra.

¿Puedo darle agua a mi bebé?

En sus primeros meses, los bebés generalmente no necesitan agua adicional. La leche materna y la fórmula suministran todos los líquidos que necesita su bebé. En los días muy calurosos, a la mayoría de los bebés les va bien con tomas adicionales.

Cuando su bebé comience a comer alimentos sólidos, puede ofrecerle unas cuantas onzas de agua entre comidas, pero no lo fuerce.

¿Qué pasa con el jugo?

Los jugos de frutas no se recomiendan para los bebés. El jugo no ofrece beneficios para la salud, ni siquiera para los niños mayores. El jugo puede llenarlos, dejando poco espacio para alimentos más nutritivos, promover la obesidad, causar diarrea e incluso poner al bebé en riesgo de caries cuando comiencen a salir los dientes.

 

 

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