13 semanas de embarazo

En esta semana, los rasgos del futuro bebé ya empiezan a definirse. La cara del bebé se vuelve más redondeada y también empiezan a aparecer los primeros mechones de cabello en la parte alta de la cabeza.

Su pequeño cuerpo está ahora todo recubierto por un vello suave llamado lanugo, este protege la piel del bebé del líquido amniótico, lubrica la piel y regula su temperatura corporal.

¿Cómo es el bebé en la semana 13 de embarazo?

El bebé mide 8.7 cm y pesa 43 gramos.

La piel: La piel de tu bebé es muy traslucida en este punto y todas las pequeñísimas venas del cuerpo son visibles.

Desarrollo de los pulmones: Los pulmones continúan desarrollándose y tu bebé sigue practicando la respiración con el líquido amniótico.

Brazos y piernas: Los brazos de tu bebé ahora son proporcionales al cuerpo, pero las piernas aún son un poco cortas.

¿Qué tan desarrollado está el bebé en la semana 13 de embarazo?

A medida que la corteza cerebral continúa con su desarrollo, aparecen nuevos reflejos. Los movimientos del bebé se vuelven más complejos a la hora de tocar sus brazos, piernas y frente de su cuerpo.

Por otro lado, el páncreas comienza a producir insulina y el bazo a producir linfocitos. El hígado, qué ha funcionado como un órgano del sistema circulatorio, ahora cambia a la función digestiva. El estómago, los intestinos y la vesícula se pone en marcha.

En los niños, se forma en la próstata, y, en las niñas, los ovarios comienzan a descender desde la cavidad abdominal hacia la cavidad pélvica. Los genitales externos se desarrollan tanto en los niños cómo en las niñas, pero puede que aún no sean visibles en el ultrasonido.

El líquido amniótico circula y se renueva de 8 a 10 veces al día. Lo cual ayuda a mantener un ambiente naturalmente estéril y una composición química saludable para el crecimiento del bebé.

Síntomas y cambios en la semana 13 de embarazo.

Se puede decir que en la semana 13 de embarazo, comienza el período más tranquilo de la gestación. Está comenzando el segundo trimestre. Se trata de una temporada maravillosa y tranquila, ya que, por lo general, te sientes con más energía y prácticamente no te preocupas por los efectos sobre la salud relacionados con el embarazo.

Si aún no te has realizado la evaluación del primer trimestre, ahora es el momento indicado para hacerlo.

Tu bebé en crecimiento comenzará a exigir más nutrientes y, en consecuencia, tú apetito puede aumentar de manera considerable. Consulta a tu médico sobre el aumento de tu ingesta diaria de alimentos en la medida que empiezas a comer por dos.

Algunas mujeres pueden experimentar rinitis, es decir secreción nasal y congestión. Durante esta etapa, debido a que la progesterona hincha las membranas mucosas. También existe la posibilidad de broncoespasmos, es decir, espasmos de los bronquios, debido a la inflamación, lo cual puede provocar tos leve, sibilancias o dificultad para respirar.

Por un lado, el útero ya ha crecido bastante. El fondo se ha elevado casi a la mitad entre la sínfisis púbica y el ombligo. Además, el actual torrente sanguíneo a los órganos pélvicos puede aumentar.

Por otro lado, puedes notar enrojecimiento en tu abdomen, y el resplandor del embarazo, el cual consiste en que tus mejillas se lleguen a enrojecer, así como el puente de tu nariz. Asimismo, puede aumentar tu sudoración o, incluso, tener un poco de fiebre. De igual forma, tus manos pueden enrojecerse, a medida que aumenta la temperatura de la parte superior del cuerpo. Inclusive es posible que llegue a crecer vello nuevo en lugares como tú abdomen. Tus rasgos faciales pueden cambiar un poco a medida que tu nariz y labios se agrandan. Tales cambios se debe a un aumento en el volumen de sangre que circula y a un sistema cardiovascular qué está trabajando bastante.

El flujo en esta etapa

El útero se ha vuelto más blando y elástico, lo que puede conducir a que haya un aumento en la secreción. Por lo regular, el flujo es claro y puede tener un olor ligeramente agrio. Si ves un cambio de color en el mismo, consulta a tu médico.

¿Es normal el estreñimiento?

El estreñimiento es la principal queja de salud y bienestar relacionado con el embarazo. Según diversas fuentes, entre el 30% y el 70% de las mujeres embarazadas tienen este problema. El cambio en los niveles hormonales, la presión uterina en los intestinos y el debilitamiento del peristaltismo (contracciones musculares en el tubo digestivo) influyen en la digestión, en promedio, a partir de la semana 17 de embarazo.

Ahora bien, sí ha experimentado de estreñimiento durante su primer trimestre, es muy probable que se deba a una condición preexistente no causada por el embarazo. Por lo general, se asocia con dietas deficientes y a un estilo de vida sedentario, el especial en mujeres mayores de 35 años con un IMC >24.

La salud física y el bienestar mental y emocional también se refleja en la correcta digestión. Si su embarazo fue de alto riesgo al inicio, la carga emocional puede provocar efectos físicos como el estreñimiento. En estos casos, consultar a un terapeuta puede ayudar tanto al cuerpo cómo a la mente.

La solución más común para el estreñimiento es una dieta recomendada por un especialista, con abundancia de los siguientes alimentos:

Alimentos ricos en fibra como lechuga, tubérculos, pepinos, calabazas y manzanas. Nueces y legumbres. Avena, cereales y pan integral. Yogurt y otros productos lácteos fermentados o con probióticos. Mucha agua, al menos 8 vasos por día.

Los siguientes alimentos tienden a empeorar el estreñimiento:

Alimentos refinados como el azúcar, el pan blanco y la sémola. Dulces, en especial el chocolate. Té, café y chocolate caliente. Sopas cremosas y carbohidratos como el risotto. Dietas altas en proteínas.

Sí cambiar su dieta no le ayuda, los suplementos con probióticos pueden marcar una diferencia. También puede beneficiarse sí reduce su consumo de hierro, ya es que las dietas altas en hierro pueden provocar estreñimiento, pero consulta a tu médico porque el hierro es muy importante durante el embarazo. Su médico puede darle el mejor consejo y ofrecerle algunos recursos compatibles con la gestación.

Otros consejos

Eccema durante la semana 13 de embarazo

Es muy común la aparición de eccema durante el embarazo, sobre todo en esta etapa. Puede empeorar debido a la inmunidad debilitada. No obstante, es inofensivo para el bebé y puede calmarse y controlarse con diferentes tratamientos.

El primer lugar, evita que tu piel se seque, en especial en las áreas sensibles; desastre de los jabones fuertes y usa cremas humectantes y lociones para hidratar tu piel.

Un dermatólogo también puede recomendar fototerapia. Sí bien la fototerapia no resulta peligrosa para las mujeres embarazadas, los mejor es informarle a tu médico qué te encuentras esperando un bebé. Esteroides también pueden recetar para casos extremos; pero debes usarlos de acuerdo con las indicaciones y bajo la supervisión siempre de un médico.

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